sábado, 8 de noviembre de 2008

Música y alguna realidad

Veo dos modos de ver, sentir o criticar la música. Por un lado la parte musical, de sonidos entrelazados unos con otros formando melodías y armonías que provocan sentimientos varios en nuestros sentidos. Por otro lado, la parte literaria, la poesía. Esta es la parte que yo resalto. Un artista, mas precisamente un músico, además de entretener, debería tomar la responsabilidad y el deber de transmitir algo. Letras, ideas, llevadas directamente desde la mente y la sensibilidad del compositor a las reprimidas cabezas del público, de los pibes, que ven en ellos sus grandes héroes. Tomar esa responsabilidad no siempre fue fácil, y en otros momentos, paradójicamente cuando era más difícil, los artistas le daban la importancia que se merecían las letras e ideas de las que hablaban. Otros momentos, a saber, setentas y ochentas de nuestro rock nacional. Época gloriosa por nuestro talento argentino. Grandes artistas olvidados o no reconocidos, que dieron todo, algunos hasta sus vidas, por la verdad, el amor, la libertad y la paz. Y nosotros, los jóvenes del 2000, olvidando nuestras raíces y cayendo en el fondo de lo artificial, lo ajeno, lo estéril, lo material, nos olvidamos a donde pertenecemos, dejamos de lado la intelectualidad y el poder de poder criticar por ver "bailando por un sueño" o "casi Ángeles". Y la música actual, que es el principal referente y sustento de cualquier joven, no ayuda. Solo da consejos de estar "pila pila" o quemar los nutridos pensamientos con "flores de la primavera". Propongo cambiar y para cambiar tenemos que empezar por nosotros mismos. Busquemos pensar, crear y luchar por algo. Volvamos al pensamiento de Piero, Porchetto, Leon, Charly, Spinetta, Cantilo y tantos otros que parecen haber desaparecido también en el terrible golpe militar. No nos quedemos ciegos ante la estupidez y la ignorancia. No saciemos nuestro aburrimiento con superficialidad ni materialidad. Nuestras vidas valen nuestro pensamiento importa, y nos los están pisoteando y no nos damos cuenta. Nos están robando las ideas, nos callan las palabras, nos censuran el amor y la paz.Hagámonos escuchar, que nos escuchen hasta los mas ciegos y los mas sordos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Son muchos los motivos para argumentar que el tiempo que nos tocó vivir no es, precisamente el mejor. El sabor que tenes en la boca tiende a ser amargo: una mezcla de guerra en el mundo y bajones diversos. Pero por suerte, no todo es tan así. El arte sigue estando entre nosotros, y cada vez lo necesitamos mas para mirar a través de sus ojos, para intentar ser felices. Y nos pone de frente a una cara nueva que nos demuestra que no todo estáinventado. Y que Charly Garcia y Leon Gieco, siguen tocando para nosotros. Lo dijo ya Manu, y te lo dije ya yo a vos: Próxima estación: Esperanza.

risotragia dijo...

la re macumbiaron

a q no sabes qien soy

te suena el bulo???